Después de que los "péptidos" se hicieron populares, ¿El siguiente será "extractos de plantas "? Dudas de seguridad sobre las materias primas famosas en internet: ¿Cómo disipar las preocupaciones del mercado con un informe de prueba de AMES?
La popularidad de los extractos de plantas es inevitable. Según informes de múltiples medios de comunicación de la industria, el tamaño del mercado mundial de extractos de plantas superó los 50 mil millones de dólares en 2024, con China, como un importante productor, contribuyendo con más del 30% de la cuota. En los campos de los alimentos funcionales, cosméticos, productos para la salud, etc., ingredientes como el resveratrol, la curcumina y el extracto de semilla de uva aparecen con frecuencia en la lista de ingredientes del producto. Detrás de esta locura se encuentra la búsqueda de los consumidores de los conceptos "natural" y "verde", así como la necesidad urgente de las empresas de buscar la diferenciación de productos. Pero también surge la pregunta: ¿Son estos extractos, que son etiquetados como "naturales ", realmente tan seguros e inofensivos como se anuncian?
De hecho, la controversia sobre la seguridad de los extractos de plantas tiene una larga historia. Muchos expertos de la industria señalan que natural no es igual a seguro. Las plantas pueden acumular metales pesados, residuos de pesticidas y otros contaminantes durante su proceso de crecimiento, y las técnicas de extracción inadecuadas también pueden introducir nuevas sustancias de riesgo. Lo que es aún más alarmante es que algunas empresas, en busca de eficacia, aumentan ciegamente la concentración de extractos, lo que resulta en potenciales riesgos de seguridad en los productos finales. El incidente de una conocida bebida de esencia de planta de una marca siendo retirada de los estantes a finales de 2024 es una manifestación concentrada de este problema. Este producto fue investigado por las autoridades reguladoras debido a las quejas de los consumidores de reacciones adversas. Finalmente, las pruebas revelaron que el contenido de uno de sus ingredientes activos excedía con creces el límite de seguridad.
En este contexto, el test AMES (bacterial Reverse mutation test), reconocido internacionalmente como el estándar de referencia para la detección de mutagenicidad, se ha vuelto cada vez más importante. Este método de detección, desarrollado por el científico estadounidense Bruce Ames en 1975, puede evaluar rápidamente y con precisión la capacidad potencial de las sustancias para causar mutaciones genéticas. En el campo de la seguridad alimentaria, un informe de AMES es a menudo la primera línea de defensa para disipar las preocupaciones del mercado. Tomemos un cierto extracto de semilla de uva que recientemente ha llamado la atención como ejemplo. La empresa de producción disicon éxito las dudas sobre su riesgo carcinógeno en las redes sociales mediante la publicación de un informe AMES negativo completo, y sus ventas no disminuyeron, sino que aumentaron en su lugar.
Sin embargo, la situación actual de detección en la industria de extracción de plantas no es optimista. Las encuestas muestran que entre casi mil productos relacionados vendidos en plataformas de comercio electrónico, menos del 15% han proporcionado informes de prueba de terceros, y los que contienen datos de prueba de AMES son aún más raros. Hay múltiples razones para esta situación: por un lado, las pruebas toxicolcompletas son costosas, y el costo de una evaluación de seguridad completa para una sola materia prima puede llegar a cientos de miles de yuanes; Por otro lado, algunas empresas tienen una mentalidad de arriesgarse, creyendo que mientras no sean inspeccionadas al azar, pueden salirse con la suya. Lo que es aún más alarmante es que los informes de prueba de algunas instituciones son sospechosos de ser "a medida ", con el objetivo de obtener resultados ideales mediante el ajuste de las condiciones experimentales. Tal comportamiento daña seriamente la reputación de la industria.
Para construir la confianza a largo plazo de los consumidores en los extractos de plantas, las empresas deben cambiar su mentalidad y avanzar en la verificación de seguridad. Vale la pena aprender de las prácticas de las empresas japonesas: antes de lanzar nuevas materias primas, llevan a cabo una evaluación exhaustiva que incluye pruebas de toxicidad aguda, pruebas de toxicidad subcrónica y pruebas de AMES, y hacen públicos todos los datos. Esta práctica aparentemente de aumento de costos en realidad crea barreras competitivas para las empresas. Un caso de la transformación de una gran compañía farmacéutica nacional en una compañía de alimentos funcionales prueba este punto. La compañía invirdecenas de millones de yuanes para llevar a cabo una evaluación de seguridad integral de sus principales ingredientes vegetales. Como resultado, la capacidad de precios premium de sus productos superó con creces a la de sus pares, y la tasa de recompra aumentó en más del 40%.
Las autoridades reguladoras también están tomando medidas activas. En junio de 2025, la Comisión nacional de salud de la República popular China publicó el "reglamento sobre la declaración y revisión de extractos de plantas para uso alimentario (borrador para comentario)", por primera vez exigiendo explícitamente que los extractos de plantas en nuevos ingredientes alimentarios deben presentar datos de pruebas mutagénicas. Esta tendencia política indica que en el futuro, los extractos de plantas sin endosos científicos y de seguridad tendrán dificultades para entrar en el mercado. Mientras tanto, los institutos nacionales para el Control de alimentos y medicamentos están estableciendo una base de datos de seguridad de extractos de plantas, con el objetivo de proporcionar una norma unificada de evaluación de riesgos para la industria.
Para los consumidores, para identificar la seguridad de los productos de extracto de plantas, es necesario comprender varios puntos clave: en primer lugar, comprobar si el producto indica el nombre específico y el contenido del extracto. Etiquetas vagas como "compound p
